miércoles, 5 de enero de 2011

Recupera la movilidad y pierde el trabajo



La campeona paralímpica de ciclismo Monique Van der Vorst está de "en hora" pero no acabamos de decidirnos si buena o mala. Después de 13 años en silla de ruedas fue atropellada por un ciclista mientras entrenaba en Mallorca (España, como no) pasando a notar meses después un hormigueo en los pies, cosa que no es ni medio normal si eres paralítica. Finalmente tiró de ovarios, probo a levantarse de la silla y... se levantó.

A partir de aquí marea de reacciones. Los afectados de dolencias -en mayor o menor medida-similares, emocionados y esperanzados por la noticia. Los médicos, aterrorizados y explicando que el caso es un "milagro" (que no saben replicarlo, vamos) para que a nadie se le ocurre arrojarse con silla y todo en la próxima Vuelta a España. Y Monique, principal protagonista, sintiéndose miserable porque su mágica curación le ha dejado sin lo que le hacía realmente feliz. Competir.

Y es que ya lo decía Jesucristo cuando alguno le pedía de curarlo. - "¿Pero quieres?" Que venía a significar "Pero ya te sale a cuenta?". Porque si eras ciego o cojo podías vivir de la mendicidad, pero si lo dejabas de ser pasabas a trabajar o a pasar hambre, que según como y en aquel entonces era mucha mayor putada que la cojera. Lo cual demuestra que los milagros no siempre son buenos.

Fuentes: Marca

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