Hokusai creía que la esposa del pescador fantaseaba con un ménage à trois aprovechando la presencia de dos pulpos furtivos. Este concepto fue luego fue retomado por artistas japoneses y europeos -Picasso incluido- hasta desembocar en el género pornográfico del tentacle rape, donde monstruos tentaculares violan a señoritas indefensas. Esta vez los coreanos se han anticipado a los japoneses y un calamar cocido de la región ha violado oralmente y post-mortem a una anciana de Seúl. Lean el artículo en El Ideal que como ejemplo de amarillismo no tiene desperdicio.
martes, 19 de junio de 2012
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2 comentarios:
Que asco!!eso les pasa por comerse crudo todo lo que anda,corre,vuela y respira.jajajaj
Debió haber seguido con el embarazo bucal,a ver que engendro monstruoso le reservaba Kuthulu.
Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn
Los antiguos despiertan
Soy feliz
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