domingo, 23 de marzo de 2008

Todo lo que usted quiso saber sobre el Hombre de Acero, pero nunca se atrevió a preguntar (1)

1. Génesis de un Arquetipo

El último hijo de Krypton nace en los años 30 en la muy terrenal Cleveland (Ohio). Por increíble que parezca en el momento de la concepción sus creadores -que no tenían más de 17 años- lo habían planteado como un oscuro villano producto de los tejemanejes del consabido científico loco. ¿Que como y por qué acabaron metiendole en aquel cohete con destino a Kansas? Ahora mismo vamos a ello.


1.1 ¿Hubo un Super-Man antes que Superman?

Jerome “Jerry” Siegel era el sexto hijo de una familia de inmigrantes judíos procedente de Lituania. Fanático consumidor de cine, cómic y literatura "pulp" [1] de ciencia ficción, era también un jovencito con bastante iniciativa, por lo que a la edad de 15 años ya había fundado el que se puede considerar como primer fanzine de ciencia ficción de la historia, rotundamente titulado como "Cosmic Stories" (1929). De su juventud destacaremos dos eventos que pudieron ser influencias claves en la génesis del hombre de acero: La muerte de su padre a manos de un ladrón y su etapa como periodista en el semanario estudiantil "The Torch" [2]. Es precisamente en la Escuela Secundaria de Grenville donde conoce y traba amistad con su futuro colaborador, Joe Shuster. Joe era un joven canadiense, también de origen judío, que ya había ejercido como dibujante en el Toronto Daily Star [3], por lo que se convertiría en el perfecto aliado de cara a dar sustrato gráfico a las locas ideas de Jerry Siegel. A principios de 1932 el dúo aprovecha el mimeógrafo de la escuela para fundar la revista "Science Fiction" y pese a que el invento apenas duró seis números ya en su tercera entrega contenía el germen de lo que luego sería su opus magna, una historia de ciencia ficción titulada "The Reign of the Super-Man" [4].


La historia de The Reign comienza cuando el vagabundo William Dunn es elegido como perfecto conejillo de indias por el Profesor Ernest Smalley simplemente por parecer el más desesperado de la cola de los servicios sociales. Tras ser expuesto a un extraño elemento químico encontrado en un meteorito el bueno de Dunn quedaba calvo y, de rebote, empieza a adquirir extraordinarios poderes (telepatía, control mental...) que le convertirán "de facto" en un Super-Man. Este adjetivo provenía del término alemán Übermensch con el que Friedrich Nietzsche identificaba el advenimiento de "el hombre más allá del hombre", aquel capaz de trascender a las servidumbres morales impuestas por las religiones, y en este caso pudo venir a cuenta del total desprecio que mostró Dunn por los convencionalismos sociales. Una vez hubo adquirido sus poderes el Superhombre de Siegel se dedica a rentabilizarlos mediante el robo, los juegos de azar o la manipulación del mercado de valores; y tampoco siente escrúpulos de recurrir al asesinato cuando se siente amenazado, como hace cuando su creador intenta utilizar sobre si mismo el tratamiento químico con el objetivo de detener al monstruo que ha creado. Casi al final de la novela, Dunn llega a la conclusión de que una gran guerra y el caos consecuente beneficiarían a sus deseos de convertirse en el principal líder mundial, por lo que decide utilizar sus poderes con el objetivo de reventar una conferencia de paz post Iª Guerra Mundial. Por suerte los efectos de la formula finalizan y Bill Dunn se ve obligado a tener que volver a integrarse entre los más desfavorecidos.

Posteriormente, con el genuino hombre de acero ya establecido como fuerza benéfica del cómic, su antecesor malvado encontraría un lugar en el mundo metamorfoseándose en el Ultra-Humanite (Action Comic nº13, 1939), una especie de reverso oscuro del personaje. Donde Superman era un super-héroe de fuerza física extraordinaria el Ultra-Humanite era un super-villano de terrorífico intelecto. La posterior aparición de Lex Luthor, descrito por Siegel como un científico loco pelirrojo y erróneamente dibujado por Shuster como un científico loco calvo, ocasionó que tuviesen que decidirse por uno de los dos. No había sitio para dos "Mad Doctors" calvetes y fue Luthor el que se llevó el gato al agua convirtiéndose en la eterna némesis del último hijo de Krypton. Nota: Por alguna extraña razón gozo mucho utilizando la retórica grandilocuente del cómic. No obstante el Ultra-Humanite no cayó en el olvido e incluso hoy en día aparece discontinuamente en los cómics de la editorial DC como villano de la Sociedad de la Justicia Americana. En su actual encarnación se dedica a transferir su cerebro de cuerpo en cuerpo siendo su envase más famoso un gorila albino mutado, aunque también ha utilizado a la actriz Delores Winters, un insecto gigante, un Tyrannosaurus Rex o una cúpula de cristal (sic). Es precisamente por cosas como esta última que adoro los cómics.


Anexo 1: Bella imagen del Ultra-Humanite en su versión gorila. Como pueden observar se ha rapado todo el vello y exhibe la característica cicatriz vía trepanación que es marca distintiva de su proceso de cambio de cuerpo.

(Continuará)


[1] Enlace a la primera -y mejor- página Web en español acerca de literatura Pulp.
[2] Los fans de la serie Smallville habrán reconocido el homenaje. Es el mismo nombre de la gacetilla escolar donde escribe la ínclita Chloe Sullivan.
[3] Daily Star sería el primer nombre del periódico en donde trabajaría Clark Kent, pasando a llamarse luego Daily Planet.
[4] Enlace directo a una biblioteca virtual donde podemos encontrar escaneada la edición original de Reign of the Super-Man. Hay mucha información interesante en inglés en este artículo de Kai Axel Jansson.

Otras fuentes: Wikipedia, tauzero.org, DIAL B for BLOG, pasadizo y supercomics.

Esta serie de articulos está dedicado a la memoria Christopher Reeve. Porque tú me hiciste creer que un hombre podía volar.

2 comentarios:

L Gato dijo...

Te amo. No sé si me gusta más el génesis de Superman desde Nietsche (¡muy lógico! ¡Yippy-yip-kiyay, hijos de puta!), o lo del supervillano superinteligente pasándose de buenorras a tiranosaurios xDDDDD

Más. Please. Oh magno doctor en comicología.

imaginauta dijo...

@l gato. Siento una tremenda sensación de alivio al saber que no soy el único que goza con estas cosas. En breve seguimos con el tema señalando con el dedo todas las influencias -cuando no directos plagios- acometidos por los creadores de Superman. La creatividad no es más que la capacidad de robarle a los otros sus mejores ideas. XDDD